La estadia estaba transcurriendo con total normalidad. El apartamento de chicas dimensiones, nos seguia ofreciendo un calido ambiente. La calefaccion le daba lucha al invierno y el gran ventanal dejaba ver el barrio tal cual era. Ventanas, fondos y chimeneas humeantes ofrecian un panorama tipico y clasico. Los cambios, de existir, eran casi imperceptibles. Mas alla del pasar del sol y la luna, nada parecia alterar la paz. La television anunciaba tormenta para el Sabado y la gente se preparaba para afrontarla. Ese mismo dia a tempranas horas fue que aparecio. Primer avistamiento. Posado sobre una azotea vecina lo vimos observar el panorama. Firme, altanero, seguro de si mismo. Era un Buho. Un ave de singulares caracteristicas no solo fisicas, sino de estilo, de forma de ser, un ave misteriosa. La primer reaccion que tuvimos fue obviamente de sorpresa, pero si bien hablamos de ello, seguimos con nuestra rutina. La tormenta comenzo. El viento soplaba y traia consigo los copos que poco a poco alcanzarian el medio metro. Fue la peor nevada en casi cinco lustros. El Buho segui ahi. Ininmutable. Estaba parado con la tranquilidad de saber que pasada la furia de la naturaleza, el seguiria erguido, en el mismo lugar. Nuestro razonamiento, comenzaba a verse atacado. Como es que estaba superando aquel escollo sin siquiera mover una pluma. La cercania de su posicion a la chimenea de una estufa y por ende a su calor, hizo que evaluaramos que su busqueda era un leve confort ante tanta inclemencia. Sabia nuestro amigo que venia esa tormenta y se parapeto a afrontarla ?. Busco refugio cerca del calor de esa chimenea o simplemente llego ahi sin escojer su lugar. La gran nevada quedo atras y un nuevo sol brillo sobre la ahora blanca ciudad. El Buho seguia ahi. Comenzamos a evaluar si no estaria enfermo y estaba realizando su recuperacion en ese lugar. El continuo movimiento de su cabeza para un lado y para otro, dejaba atras las dudas. Vivia. Pasada ya la mitad de la semana, comenzamos a investigar mas sobre el animal. Para la cultura Japonesa, para la Rumana y hasta para los Romanos, el Buho es sinonimo de mala suerte. Algunas de esas culturas sostenia que si se veia un Buho en el dia, alguien moriria en el vecindario. Comenzo el miedo, el pavor y la desesperacion. Nuestros invitados pergeniaron la idea de comprar un rifle y eliminarlo definitivamente. Se lo veia mas vivaracho, con mas movimiento, la idea de la recuperacion de una enfermedad, era la mas firme, pero no se iba. No come ?. No siente la necesidad de aletear. Lo haria en horas de la noche ?. Le gritabamos para que se fuera. Nada. Nada servia. Nada alteraba su tensa calma, su mirada fija y punzante. Nada modificaba el movimiento de su cabeza. En el apartamento y de camino al escusado, nadie se permitia dejar de mirarlo. Si en algun momento abrias un ojo en la noche, tratabas de asegurarte que siguiera alli o de una vez por todas, gritar que se habia ido. Deseabamos que esta pesadilla se acabara. El mismo dia Sabado pero de la semana siguiente y ante la necesidad de saber algo mas, nos dirigiamos al edificio vecino para terminar con el maldito enigma. En el camino y dentro del ascensor, coincidimos con el Superintendente de nuestra morada. Don Ivan, el ecuatoriano. Nuestra invitada no aguanto mas. No soporto la incertidumbre. .- Vio el Buho ? Vio el Buho ? Pregunto. .- Hace una semana que hay un Buho frente a nuestra ventana. Esta vivo. Mueve la cabeza, pero no se va. .- Ahhhh. Respondio nuestro amigo con una leve y misteriosa sonrisa. Debe ser un Buho de madera, de los que ponen para aullentar a las palomas, tienen pilas y mueven la cabecita. No los conocian ?. La respuesta de todos entre risas no fue mas que un ....Anda a la concha de tu madre, Buho de mierda.